Cómo ser más sabio (IX): conectar el todo, superando la suma de las partes
+ conversación con Sergio Parra
En la serie Cómo ser más sabio exploramos las ideas del libro Sapienciología, de Sergio Parra. Cerramos como se merece: con una conversación con el autor y las ideas del último bloque. Si llevas poco tiempo por aquí o quieres refrescar la memoria, estas son las 9 dimensiones de la sabiduría:
Conversación con el autor
Cómo ser más sabio (IX): conectar el todo, superando la suma de las partes
Si todo está conectado tenemos que pensar en sistemas. La causalidad es compleja. Ni la publicidad ni los líderes como Hitler nos manipulan como creemos. La propiedad intelectual frena el flujo de ideas. El pensamiento va mucho más allá del propio individuo. Estas ideas contraintuitivas son las que exploramos en esta última edición de la serie.
¿Qué causa qué?
«Los detalles más finos de nuestra biología se pulen con el cincel de las circunstancias, dejando una confusa amalgama de naturaleza y crianza».
¿Las malas decisiones llevan a la pobreza, o es la pobreza la que lleva a decisiones cortoplacistas? No es que los pobres tengan menos potencial, es que la escasez dificulta su crecimiento. Porque sin los medios económicos suficientes, el desarrollo cognitivo se ve comprometido. Porque pensar más allá de la siguiente comida es un lujo que damos por hecho. La pobreza es una trampa que devora el potencial.
Si queremos cambiar, lo mejor es empezar cuanto antes. Prevenir antes que curar. El mejor momento para eliminar comportamientos agresivos es la etapa prenatal, cuando la persona ni siquiera ha visto la luz del mundo.
«El río de la causalidad tiene ramificaciones interminables. Pero las mejores soluciones son siempre, las que nacen río arriba».
¿Quién manipula a quién?
El éxito de la publicidad subliminal es una historia bien contada. Pero los anuncios no nos manipulan como si fuéramos títeres. Buscamos triunfar en el inescapable juego del estatus. Imitamos la indumentaria de los alfa para parecernos a ellos. Como el pavo real con su cola, lucimos las prendas con orgullo para demostrar nuestro rango. El verdadero poder de influencia está en quienes nos rodean.
«Muchas de las malas ideas no nacen de un intento deliberado de manipular a las audiencias desde las alturas, sino de la competencia por ganar su atención, respeto y confianza. Como las polillas atraídas por la luz de una bombilla, las audiencias recompensan aquello que se alinea con sus intuiciones, aunque estas sean erradas. Las personas no buscan la verdad desnuda, sino más bien evidencias que les permitan vestir sus creencias y decisiones con el ropaje de la razón».
No te manipulan: manipulas a los manipuladores para que te manipulen. Hitler fue más una consecuencia del malestar alemán que su única causa.
Contra la propiedad intelectual
Los hijos no son propiedad de sus padres. ¿Por qué las ideas o creaciones sí deberían tener dueño?
Cuando alguien ocupa una casa, priva al propietario de usarla. Es un juego de suma cero: si tú la tienes, yo no. Con las ideas pasa lo contrario. Sapienciología no pierde valor porque yo comparta aquí sus ideas. Tanto quien ha leído el libro como quien vaya a leerlo, tendrá ahora una perspectiva más rica.
Algunos argumentan que ser dueño incentiva el acto creativo. Se podría también argumentar lo contrario: «al garantizar derechos exclusivos sobre una obra, se fomenta la explotación de esta a largo plazo, lo cual reduce la urgencia de innovar o de producir algo nuevo».
Lo digital cambió las reglas: copiar los bits de un ebook cuesta casi cero. La industria insiste en mantener una escasez artificial. Así se enriquecen unos pocos intermediarios mientras entorpecen la libre circulación de ideas.
«Cuando la obra del creador queda atrapada en un sistema que prioriza la rentabilidad por encima de la difusión cultural y el acceso libre al conocimiento, se corre el riesgo de que el propio proceso creativo se desvirtúe, cediendo al interés comercial en detrimento de la verdadera originalidad».
Las ideas florecen mejor sin barreras. La propiedad intelectual se convierte muchas veces en un obstáculo.
Cognición distribuida
La innovación no es el fruto de grandes mentes aisladas. La innovación es el fruto de grandes redes de mentes interconectadas. El progreso científico no es el resultado del pensar solitario y aislado del genio autodidacta. El progreso científico es el resultado de una vasta red de vigilancia epistémica llamada ciencia.
Las aparentes imperfecciones del razonamiento individual, como el sesgo de confirmación, favorecen la división del trabajo. Cada individuo explora ideas diferentes, la mayoría se equivocan y la sociedad en conjunto se beneficia.
«Nuestra producción de conocimiento depende de un sistema de cognición distribuida: una forma extremadamente eficiente de explorar el espacio lógico y empírico, de mitigar nuestros sesgos, e incluso de utilizarlos a nuestro favor».
Nos gusta buscar causas y responsables únicos. La realidad es mucho más complicada. No pensamos solo con el cerebro, ni siquiera pensamos solos. Todo es contexto pero el contexto está también dentro de nosotros. El pensamiento está en todas partes. Las fronteras son más porosas de lo que parecen.
«Nuestra identidad no es autónoma, sino una macedonia donde convergen microorganismos, órganos y mentes, todos imbricados en una red de influencias que se extiende más allá de nuestro propio cuerpo. Desde las bacterias en nuestros intestinos hasta los árboles que filtran el aire que respiramos, la vida humana es un continuo diálogo entre lo interno y lo externo, entre lo íntimo y lo oceánico».
Espero haberle hecho justicia a las ideas de este magnífico libro.
Sergio-.
Creador de esta newsletter y orgulloso autor del libro Aprendizaje infinito.