Cómo ser más sabio (II): revelar lo oculto para alcanzar la verdad
Segunda parte del libro Sapienciología, de Sergio Parra
El libro Sapienciología explora la sabiduría: la cualidad que aglutina todas las características y acciones deseables en una persona. 9 son los bloques que Sergio Parra propone en su libro. Me he tomado la libertad de transformarlos en 9 accionables para alcanzar la sabiduría:
Revelar lo oculto para acercarse a la verdad
Resolver problemas con inteligencia práctica
Aparentar mediante máscaras
Convivir pacíficamente en una sociedad diversa
Cultivar los rasgos y comportamientos del buen carácter
Cumplir con los deberes políticos
Desafiar lo establecido mediante la burla
Conectar el todo, superando la suma de las partes
La semana pasada empezamos la serie para navegar por las ideas de este gran libro. Esa primera edición la dedicamos a elegir los medios adecuados y a ponerlos en práctica. En esta segunda edición, exploramos cinco ideas para revelar lo oculto y acercarnos a la verdad.
(1) Una esfera en crecimiento
Sergio comienza este bloque destinado a la búsqueda de la verdad con una metáfora de Herbert Spencer. Rescato un fragmento de su obra Primeros Principios:
«El conocimiento real no llena, ni jamás llenará, el dominio del pensamiento posible. Al fin del descubrimiento más prodigioso hay, y habrá siempre, esta cuestión: ¿qué hay más allá? Del mismo modo que es imposible concebir límites al espacio y pensar que no hay espacio más allá de esos límites, no hay explicación bastante radical que excluya esta pregunta: ¿cuál es la explicación de esta explicación? Puede considerarse la ciencia como una esfera que crece gradualmente y cuyo incremento no hace sino aumentar sus puntos de contacto con lo desconocido que la rodea».
El conocimiento no es la acumulación de certezas inamovibles. El conocimiento es el descubrimiento de un territorio inexplorado que no para de cambiar. Cada nuevo aprendizaje revela un nuevo detalle antes desconocido, alumbrando nuevas incógnitas que nos hacen conscientes de nuestra gran ignorancia. La verdad es el destino inalcanzable que guía la búsqueda.
(2) Por la vía negativa
«La verdad es inalcanzable en términos afirmativos, pero no en términos negativos».
Realizar afirmaciones generales basándonos en hechos particulares es muy osado. Invertimos el problema y nos acercamos a la verdad por negación. Por muchos cisnes blancos que hayamos visto no podremos afirmar que todos los cisnes son blancos. Basta con un solo cisne negro para poder afirmar que no todos los cisnes son blancos. Este criterio de inversión también puede utilizarse para tomar decisiones: no busques el éxito, evita el fracaso.
«Las ideas más extendidas no necesitan más apoyo sino más y mejores críticas».
(3) El taburete de una sola pata
La nitroglicerina es un líquido que provocó graves accidentes por su inestabilidad. Fue Alfred Nobel quien logró domesticar este peligroso compuesto; al mezclarlo con diatomita, creó la dinamita. Para producir explosivos a escala, Nobel montó una gran fábrica. Manipular la nitroglicerina seguía siendo peligroso: un fallo mínimo y todo saltaría por los aires.
Para evitar el desastre, algunos de los trabajadores de la fábrica vigilaban la temperatura de los tanques en los que se trataba el peligroso compuesto. Si el termómetro superaba los 22ºC, el trabajador dejaba entrar más aire y cerraba la entrada de nitroglicerina. Si la temperatura seguía subiendo, el trabajador abriría una válvula para evitar la explosión. Para que los trabajadores no se relajaran más de la cuenta y cometieran errores, Nobel les hacía sentarse en taburetes de una sola pata. Si no querían acabar de bruces en el suelo, los trabajadores necesitaban mantener cierta tensión.
El taburete de una pata ha evolucionado adquiriendo diferentes nombres y formas como bucle de retroalimentación, revisión por pares, checklist o procedimiento. La idea es tener mecanismos que nos mantenga alerta para evitar el (auto)engaño.
«La ciencia es, de hecho, el taburete de una sola pata del pensamiento humano: un sistema incómodo pero esencial, que hace trastabillar al más brillante de los científicos si se deja llevar por la complacencia o la pereza intelectual».
(4) El omnipresente estatus
«No podemos escapar de los juegos de estatus, sólo podemos elegir a cuál jugar».
El estatus se expande sin frenos. No se salva ni el tiempo alejado de la vida pública al que dedicamos a nuestras actividades preferidas y al que los romanos llamaban otium. Escribe Sergio: «ver series como Mad Men o Game of Thrones no es solo entretenimiento, sino una forma de estar culturalmente informado y demostrarlo en cenas o reuniones sociales». Ocurre algo parecido con los libros.
Cuando los demás perciben la naturaleza prefabricada de los símbolos de estatus, cambian. «La contraélite ha creado un nuevo juego: uno en el que la modestia, la autenticidad y el minimalismo son los nuevos símbolos de superioridad moral». La respuesta a qué aumenta el estatus evoluciona de formas que nadie entiende ni controla. «Y acaso esto es, en última estancia, una noticia positiva: una moneda de cambio tan crucial para la cohesión social no puede ni debe dejarse al albur del azar memético o a los caprichos de los ingenieros sociales. Si el estatus es el cemento que une a las sociedades, su lógica no puede ser completamente manipulable».
(5) Comunicar es (des)informar
Comunicar es elegir qué información (no) mostrar. «Las tácticas que alimentan el contenido engañoso, como el encuadre selectivo o la omisión del contexto, están tan extendidas que la frontera entre lo engañoso y lo que no lo es se vuelve prácticamente imperceptible». La idea que te estás haciendo del libro de Sergio es parcial y sesgada porque estoy eligiendo qué ideas (no) mostrarte y cómo mostrarlas. Toda comunicación implica selección.
Los intentos de terminar con la desinformación parecen una cruzada genuina en nombre de la verdad. Detrás se encuentra el poder, que busca perpetuarse y protegerse de las críticas centralizando y controlando la emisión de información. Sergio lo tiene claro: «es preferible un mundo de información confusa, infiltrada de fango y bulos, antes que un mundo de verdades impuestas». La democratización de los medios nos permite a todos (des)informar. Separar la señal del ruido es el reto para todo aquel que quiera acercarse a la verdad.
Entender el conocimiento como una esfera en crecimiento, recorrer la vía negativa, contar con taburetes de una sola pata, aceptar que el estatus es omnipresente y asumir que comunicar es (des)informar. Estas cinco ideas te acercarán a este escurridizo concepto que llamamos verdad.
Sergio-.
P.D: Esta edición conecta de maravilla con la edición de Preguntando a los clásicos sobre la verdad, de Nietzsche.
.. aceptar que el estatus es omnipresente y asumir que comunicar es (des)informar..
Sencillo de entender intelectualmente, difícil aplicar conscientemente.
Gracias Sergio.