Sesgo de supervivencia

Cuando leas una historia de éxito, acuérdate del cementerio

Segunda Guerra Mundial. Los estadounidenses tienen un problema: el número de bajas por aire. ¿Cómo reducir el número aviones que caen en combate?

Observando los daños en sus aviones, se dieron cuenta que las balas del Eje impactaban en las alas y en la cola. El motor se salvaba. La conclusión de los estadounidenses (y de la mayoría que ve la imagen) fue proteger las zonas con balas.

Abraham Wald discrepó. En lugar de proteger las alas y la cola, proponía proteger el motor. En lugar de proteger el lugar donde hay balas, proteger el lugar donde no las hay.

El razonamiento detrás de esta respuesta explica a la perfección el sesgo de supervivencia. El error está en fijarse solo en los aviones que vuelven. ¿Qué pasa con los que han caído en el campo de batalla? Los aviones que recibían balas en las zonas sin puntos, no volvían para contarlo. Por eso Walt propuso proteger el motor, porque sabía que los supervivientes no contaban toda la verdad.

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El sesgo de supervivencia

El sesgo del superviviente es nuestra tendencia a quedarnos solo con la información de los que sobreviven, olvidándonos del resto. Este sesgo nos lleva a ser demasiado optimistas y a sobreestimar nuestras posibilidades de éxito.

Empecemos por dejar algo claro. El éxito no explica todo. Pensamos que triunfar es la regla. La realidad nos demuestra que es la excepción. Ni todos cumplen sus sueños, ni todos sobreviven en una guerra. Fracasar es parte de la realidad y esconderla debajo de la alfombra no hará que cambie.

Apple, Amazon y Google empezaron de cero en un garaje. Podrías pensar que lo más importante es tener ganas y un garaje para crear el proyecto que quieres. Te estarías olvidando de todos los jóvenes que, con garaje y con ganas, fracasaron con su empresa, llevándose por delante los ahorros familiares. Confundimos una mera coincidencia con la causa del éxito, olvidándonos de factores como la suerte o el timing.

Haciendo lo mismo que hicieron Jobs, Bezos, Page y Brin, lo más probable es que fracases. En palabras de Thiel: «Si lo que haces es copiar a estos tipos, salta a la vista que no has aprendido nada de ellos.»

Esfuerzo y éxito

Sesgo fundamental de atribución. Cuando nos salen bien las cosas, cosa nuestra. Cuando nos salen mal, mala suerte. Muchas personas que triunfan, piensan que es cosa suya. En parte tienen razón, la mayoría de los que tienen éxito se han esforzado.

La otra cara. El mundo está lleno de personas que se esfuerzan que, ni han tenido, ni tendrán éxito. Ni todo el mundo puede, ni el esfuerzo es garantía de éxito.

Los supervivientes tienen una tendencia a creer que sobreviven por sus propios medios. Si nos va bien, ¿a quién no le gusta pensar que se lo merece?

Los que no han tenido tan buenos resultados, culpan a su mala suerte aunque puede que se hayan esforzado lo mismo o más que el superviviente. Si nos va a mal, ¿a quién le gusta pensar que tiene la culpa?

Pruebas silenciosas y riesgos informados

«No nos enteramos de aquellos a quienes la suerte les fue adversa.» — N. N. Taleb

Taleb habla de las pruebas silenciosas. Los emprendedores que se la pegan. Los aviones que no volverán del campo de batalla. Esa información que, aunque no es tan atractiva, es imprescindible para conocer la realidad.

Lo primero es reconocer la existencia de esa información que desconocemos. Somos ignorantes frente a las pruebas silenciosas. Muchas veces solo podrás fijarte en los supervivientes, lo que te hará pensar que tus probabilidades de éxito son mayores. Tienes que intentar contrarrestarlo.

Este post no es una invitación a no asumir riesgos. Es una invitación a asumirlos informado. La mayoría de emprendedores fracasan. La mayoría de personas que van a la guerra no vuelven como héroes. Algunos ni siquiera vuelven. ¿Sigues queriendo tomar la decisión? ¡Adelante!

Escuchando solo a los supervivientes es fácil que se nos olvide que la excepción no es la norma. Cuando leas una historia de éxito, acuérdate del cementerio. La historia la cuentan los que sobreviven.

Sergio -

P.D: Profundiza en otro de los sesgos más conocidos, el sesgo de confirmación.

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Gracias por leer Aprendizaje Infinito.