Hay personas que escriben porque les gusta ganar dinero. A mi me gusta ganar dinero pero ese no es el motivo por el que escribo. Si llega el dinero, será la consecuencia, no la causa.
Te pongo en contexto. Durante un par de años estuve escribiendo artículos sobre estoicismo. En noviembre de 2020, David y yo decidimos lanzar nuestro propio podcast: El Rincón de Aquiles. En septiembre de 2021, lancé la primera edición de Aprendizaje Infinito. Hubo momentos en los que, mientras acababa la carrera y trabajaba en una consultora, grababa el podcast de El Rincón de Aquiles y escribía dos newsletters. Entre tanta cantidad encontré mi tono, que todavía sigue evolucionando. Abandoné el proyecto de estoicismo, de forma muy poco estoica, y tras más de 123 episodios grabados y muchas newsletters escritas, me salí de El Rincón de Aquiles. También dejé el trabajo. 2024 sería mi intento para ganarme la vida como creador.
El párrafo anterior es un pequeño viaje por mis últimos 5 años de vida. Un hecho, de los muchos que he pasado por alto, merece una mención. El 10 de junio de 2023, Samuel me abrió las puertas de Suma Positiva para publicar un texto. Álvaro Palau, Director de Arpa Editores, lo lee y me propone escribir un libro. Lo pienso poco y acepto el reto. En septiembre entregaré el borrador y en febrero del año que viene tendremos el libro.
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No soy un escritor de florituras, ni siquiera sé si merezco la etiqueta de escritor; en parte por ignorancia: no soy capaz de crear alambicadas oraciones; en parte por gusto: los adornos del lenguaje, salvo contadas excepciones, me transmiten más la pretensión y grandilocuencia del autor que la belleza de su obra. Mucho menos soy copywriter; soy capaz de escribir frases de más de cinco palabras (la que estás leyendo tiene 27) y párrafos de más de tres líneas. Diría que mi estilo es simple, no sencillo.
En estos textos he encontrado lo más cercano al propósito. Hay personas que dedican su tiempo, su atención y su dinero a Aprendizaje Infinito, personas que encuentran valor en estas líneas. Estos textos son también una especie de cruzada contra el contenido lleno de promesas falsas y vacío de ideas valiosas. Internet es increíble pero se está llenando de porquería. Los incentivos de la economía de la atención no son los mejores. Las ideas pasan a un segundo plano cuando el objetivo principal de muchos creadores es maximizar los beneficios. En lugar de compartir y reflexionar, todo se convierte en un pitch de ventas. Me quejo construyendo una alternativa. Me permito este intento audaz porque vivo con mi madre y no tengo obligaciones económicas. Si no lo consigo, buscaré otro camino y me iré con la conciencia tranquila de haberlo intentado a mi manera.
Lo social conecta con lo individual. Soy una persona que necesita retos. El libro es el más grande al que me he enfrentado. Quiero crear el playbook del aprendizaje infinito. El punto de partida es que tenemos recursos limitados (tiempo y atención) y las alternativas, que ya son inabarcables, sólo van a seguir creciendo. Surgen tres preguntas que hay que responder. ¿Qué aprender?, ¿cómo aprender? y ¿cómo mantener el aprendizaje en el tiempo? El libro trata de responderlas.
Basándome en datos, lo más racional hubiese sido no escribir. Mentiría si digo que no guardo una pequeña esperanza de que mi libro sea El Cisne Negro, pero si sólo lo lee mi abuela también estaré contento. Escribiré un libro del que me sienta orgulloso y haré lo posible para que llegue a más personas pero sólo por lo que estoy aprendiendo ya merece la pena. En una carta, Van Gogh explica a su amigo Anthon van Rappard porque pintaba campesinos:
«El trabajo en cuestión, pintar a los campesinos, es tan laborioso que los extremadamente débiles ni siquiera se embarcarían en él. Y yo al menos me he embarcado en él y he sentado ciertas bases, ¡lo cual no es precisamente la parte más fácil del trabajo! Y he adquirido algunas cosas sólidas y útiles en el dibujo y en la pintura, con más firmeza de la que crees, querido amigo. Pero sigo haciendo lo que aún no sé hacer para aprender a ser capaz de hacerlo».
Escribo porque sirve a otras personas. Escribo porque en Internet deben abundar las ideas valiosas. Escribo porque puedo. Escribo porque aprendo.
Sergio-.
Este domingo en 🗝️La Membresía, las ideas del libro Practical Wisdom. Un libro que rescata la sabiduría y da ideas prácticas para cultivar en el día a día.
Yo tengo como objetivo escribir un libro en unos 3 años. Creo que una vez que has escrito tantas cosas y grabado tantos podcast como tú escribir un libro debe ser como una aventura de ordenar todo lo que has ido haciendo de una forma ordenada.
Enhorabuena por la iniciativa Sergio.
Me alegra leer que mis motivaciones para escribir las comparte más gente. Cuando yo me embarqué en el libro tenía claro los dos objetivos principales. El principal, posiblemente, aprender mucho sobre un tema, del que creía que sabía algo, pero tenía claro que me faltaba mucho por aprender (la propaganda, en mi caso). El segundo, el reto de escribir un libro en sí, una experiencia muy distinta a escribir artículos, un blog o una newsletter (con el valor añadido de entender mejor el mundo editorial).
Disfruta del camino, que aunque suene a tópico, merecd la pena. Y se aprende mogollón.