Antes del texto de esta semana, dos anuncios importantes:
(1) He vuelto a Polymatas para charlar con Val y con Joseba sobre las ideas del libro Aprendizaje infinito. Hablamos de la curiosidad, de guiarse por los problemas, de la inteligencia artificial como tutor personal, de la motivación y del peculiar método de Joseba para tocar el bajo.
(2) El jueves que viene (8 de mayo) de 15:00 a 16:30 estaré en el campus de Fuenlabrada en la Universidad Rey Juan Carlos impartiendo el taller Aprende a aprender | Desarrolla tus habilidades metacognitivas para convertirte en un aprendiz autónomo. Si alguien quiere pasarse será más que bienvenido. Aquí tenéis más información del congreso.
La disciplina es hacer lo que debes hacer, como debes hacerlo y cuando debes hacerlo. He disfrutado mucho de Las 48 Reglas de la Disciplina, de Joan Gallardo. En esta edición te comparto las que para mi son las mejores ideas del libro.
La disciplina se confunde. No es el recurso de la gente sin talento; es el ingrediente que te permite descubrir hasta dónde puedes llegar. No es imponerte una vida de sufrimiento convirtiendo tu agenda en una cárcel; es una herramienta para sufrir menos. Tampoco es hacer muchas cosas; es hacer lo que toca cuando toca, sea trabajar o descansar.
Hacer lo que te da la gana no te acercará a una vida plena. Los compromisos que merecen la pena, como construir una familia o crear un proyecto, sí. Aquello que valoras –por lo que merece la pena vivir y sufrir– debe ir acompañado de actos y sacrificios. Si no, no tienes nada.
La disciplina es el medio para mejorar tu vida. «Uno no se disciplina para encontrar algo bueno por lo que vivir. Uno encuentra algo bueno por lo que vivir y, por ello, se disciplina y puede dar lo mejor que tiene».
«La disciplina necesita motivos, no motivación». Joan juega con la idea de la motivación de forma parecida a cómo lo hice en el capítulo 13 de mi libro. Lo que necesitas son motivos, no ganas. No siempre te apetecerá hacer lo debido. Disciplina es hacerlo cuando toca, con o sin ganas.
Cuando no haces lo debido quizás sientas un placer momentáneo. Luego llega la factura: el arrepentimiento. Hacer lo que toca da sentido incluso al descanso. El premio sabe mejor tras un esfuerzo. Descansa el disciplinado libre de culpa y remordimiento, sabiendo que ha hecho lo que debía hacer.
¿Talento o disciplina? El talento es un regalo que debes desarrollar. No hacerlo te lleva a la mediocridad. Así la describe Joan: «mediocridad es la falta de respeto hacia uno mismo, porque es el desperdicio del talento, del potencial, de los dones y, por lo tanto, de la vida». Las reglas 31 y 32 sirven de guía: «(31.) No te exijas la perfección», «(32.) Ponte plazos realistas y respétalos».
El cómo será siempre secundario. «No te obligues a seguir un método que va en contra de tu naturaleza». Es un buen consejo. No tienes que unirte al club de las 5 de la mañana para honrar tu talento.
8 ideas importantes que no quería dejar fuera
(1) No rompas las promesas. No prometas lo que no puedes cumplir.
(2) Si hay algo roto, no te quejes. Arréglalo.
(3) Disciplina es libertad. «Todo el mundo quiere ser libre, pero la única forma de llegar a serlo es a través de la disciplina». — Jocko Willink
(4) «Si no sabes decir “sí” o “no” cuando es lo que podrías y deberías hacer, lamento comunicarte que no eres tan libre como crees».
(5) «Honor para los que conocen el fracaso, pues se atrevieron y perseveraron donde la mayoría ni se acercó».
(6) «La vida no se construye solo a base de momentos especiales que surgen de vez en cuando, la vida se construye de lo que sucede en tu día a día…, porque nada pesa más que lo que se hace en el día a día».
(7) «Crea un sueño enormemente alcanzable, uno que sea tan importante que tire de ti cada día de tu vida. Sobre todo en esas jornadas pesadas y difíciles».
(8) Y nunca dejes de intentarlo. Porque la disciplina merece la pena.
Sergio-.
Creador de esta newsletter y orgulloso autor del libro Aprendizaje infinito.
Hola, Sergio.
Este artículo tuyo fue uno de los más vistos desde este del Diario de Substack:
https://columnas.substack.com/p/quien-decia-que-en-substack-solo
Buena síntesis Sergio. Me gustó este libro cuando lo tuve entre las manos. Incluso algo escribí al respecto. A veces se caricaturiza la disciplina como rigidez o castigo cuando en realidad es una forma de coherencia con lo que valoras. Y si hay dirección, la constancia deja de ser una carga.