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Existe la suerte | La Biblioteca Infinita #19
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Existe la suerte | La Biblioteca Infinita #19

Cómo vivir en un mundo gobernado por el azar

El éxito salvaje es suerte, no mérito. La traducción al español del título es mala. ¿Cómo no va a existir la suerte? En este libro se encuentra la semilla de la filosofía talebiana. Se lee a un Taleb más humilde que en el resto de Incerto, con su particular estilo agresivo pero no tan faltón. 

Vivimos engañados por el azar. Taleb te muestra las trampas y comparte sus trucos para navegar por un mundo gobernado por la suerte. Para quienes nos va bien en la vida —y si estás leyendo estas líneas, te va bien en la vida— puede ser incómodo aceptar que nuestro éxito es fruto del azar. Conviene matizar para evitar malentendidos: 

«Por supuesto, ¡la suerte favorece a los que están preparados! El trabajo duro, el ser puntual, el llevar una camisa limpia (preferiblemente blanca), el utilizar desodorante, y este tipo de cosas convencionales contribuyen al éxito; son, sin duda, necesarias, pero es posible que sean insuficientes porque no son la causa del éxito. Lo mismo se puede decir de los valores convencionales de la persistencia, la obstinación y la perseverancia: necesarias, muy necesarias. Es necesario salir a la calle y comprar un décimo de lotería para poder ganarla. ¿Significa que el esfuerzo de ir a comprar el décimo ha causado la ganancia? Por supuesto, las habilidades cuentan, pero cuentan menos en entornos muy aleatorios de lo que cuentan en el negocio de la odontología.

No, ¡no estoy diciendo que lo que le dijo su abuela sobre el valor de la ética en el trabajo esté mal! Es más, puesto que la mayoría de los éxitos están causados por muy pocas “ventanas de oportunidad”, el no aprovecharlas puede ser mortal para la carrera profesional de uno. ¡Hay que arriesgarse!»

Lo que los resultados esconden

Asumió riesgos Amancio Ortega para levantar Inditex y obtuvo una gran recompensa. También asumió riesgos y trabajó duro el desconocido mendigo, que en su intento por cambiar el mundo se arruinó lejos de los focos. Marcó la diferencia estar en el sitio adecuado en el momento adecuado. 

«El trabajo duro, consciente de los riesgos y la disciplina, puede hacer que una persona logre una vida cómoda con un alto grado de probabilidad. Lo demás es mero azar: ya sea aceptando enormes (e inconscientes) riesgos, o siendo extraordinariamente afortunado». 

El caso de Nero Tulip

Nero Tulip es un personaje ficticio a través del cual Taleb comparte sus experiencias. Nero era un inversor que tenía un éxito «mucho mayor que el de sus sueños más salvajes». Pero su vecino John, un inversor mucho menos capaz, estaba obteniendo resultados mucho mejores. 

La comparación es inevitable. Siente Nero la incómoda sensación de que quizás se está perdiendo alguna oportunidad. Hasta que un buen día, John pierde todo. Es entonces cuando Nero siente el orgullo de haber mantenido su estrategia a pesar de los cantos de sirena. 

Los resultados producidos por la suerte suelen desaparecer.
Los resultados construidos sin ayuda de la fortuna suelen permanecer.

El generador

Para juzgar el papel de la suerte deberías tener en cuenta todas las alternativas que no ocurrieron. Pensar en resultados no observados convierte al pasado en un maestro sobre probabilidad. De cada mil veces, ¿en cuántas Amancio habría levantado el imperio de Inditex? 

Nos quedamos con las señales externas (los resultados) cuando lo que importa es la fuente (el generador de dichos resultados). 

Imagina dos personas con 1 millón de euros. La primera los gana jugando a la ruleta rusa: disparando a su cabeza un revólver con una bala mortal cargada en una de las 6 cámaras. La segunda trabajando como dentista: operando muelas y eliminando caries. Los resultados del jugador de la ruleta rusa dependen mucho más del azar que los del dentista. 

«La realidad es mucho más viciosa que la ruleta rusa. Primero, disparará la bala fatal con muy poca frecuencia, como un revólver que tuviera cientos, incluso miles de cámaras en vez de seis. Tras unas cuantas decenas de veces, uno se olvida de la existencia de la bala bajo un falso sentido de seguridad».

En la ruleta rusa el generador de resultados es claro: un tambor con seis huecos, uno de ellos con una bala. Probabilidades de palmarla: ⅙. En la vida las probabilidades no están tan claras. Observamos el éxito pero no los riesgos. El juego parece fácil. Creemos que somos diferentes, que la cámara con bala sólo le toca a los demás. Hasta que nos toca. Ese disparo inesperado que lo cambia todo nos recuerda que es la suerte quien gobierna. Cuando ocurra parecerá evidente. Entonces inventaremos una elaborada explicación

El tamaño de la muestra

Para predecir el rendimiento futuro hay un dato que se suele pasar por alto: el tamaño de la muestra. Cuantos más monos aporreando las teclas de forma aleatoria, más textos con sentido obtendremos como resultado. Un reloj roto acierta la hora dos veces al día; con un número suficientemente grande de relojes rotos en tu muestra siempre encontrarás alguno con la hora correcta. Ocurre lo mismo si hay un gran número de emprendedores: unos pocos crearán un imperio como Inditex. Incluso una población de malos gestores producirá algún éxito impresionante. Y cuanto mayor sea el número de inversores, mayor será el nivel del éxito.

Los resultados excelentes producidos por azar vuelven tarde o temprano a la media, lo que se conoce como regresión a la media. El periodista de turno ofrecerá explicaciones del éxito y del fracaso del inversor. ¿Qué hacía cuando tenía éxito que dejó de hacer durante su caída?  La suerte en ningún momento ha dejado de estar al mando.  

Sin saber cuántos lo han intentado y fracasado no podemos evaluar cómo de válido es un historial. El problema al acercarnos a la información es que confundimos la ausencia de un descubrimiento (esta persona todavía no ha perdido) con el descubrimiento de una ausencia (esta persona no va a perder). Lo importante muchas veces es lo que falta, como Sherlock Holmes demostró en el caso Silver Blaze: la clave era que el perro no ladró. Lo mismo ocurre con los perdedores. Lo que distorsiona el cálculo de probabilidades es que nos olvidamos de mirar al cementerio.

La vida es injusta

La vida es injusta de forma no lineal. Creas un castillo en la playa y se derrumba. «El último grano es responsable de la destrucción de toda la estructura. Lo que estamos presentando aquí es el efecto no lineal derivado de una fuerza lineal ejercida sobre un objeto». Un factor adicional muy pequeño provoca un resultado desproporcionado. La gota que colma el vaso. El aleteo de la mariposa que causa un huracán. El efecto del montón de arena. Todo lo anterior sirve de poco hasta el punto crítico. Lo mismo ocurre con el esfuerzo. Es la última milla lo que permite ganar la carrera. El inconveniente es que en la vida desconocemos la distancia que nos queda por recorrer.

La homogeneización de los gustos y la globalización aumentan todavía más la injusticia. Mientras unos pocos escritores venden la mayor parte de los libros, la mayoría obtienen el silencio del mercado por respuesta. Esta dinámica de redes ocurre también con las zapatillas, las ideas y las religiones. «Cuanto más conectada está una red, mayor es la probabilidad de que alguien se incorpore a ella y esté todavía más conectada». Existen más probabilidades de que se venda una copia más de Harry Potter y la piedra filosofal de que se venda una copia de un libro nuevo al azar. 

Las matemáticas de la historia

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