El círculo de competencia es un concepto propuesto por el inversor Warren Buffet en la carta a los accionistas de Berkshire Hathaway de 1996:
«Lo que un inversor necesita es la capacidad de evaluar correctamente empresas seleccionadas. Fíjate en la palabra "seleccionadas": no tienes que ser un experto en cada empresa, ni siquiera en muchas. Sólo tienes que ser capaz de evaluar las empresas dentro de tu círculo de competencia. El tamaño de ese círculo no es muy importante; conocer sus límites, sin embargo, es vital».
El socio de Buffet, Charlie Munger, se refirió a esta idea como la habilidad de conocer el límite de tu propia competencia; en otras palabras: saber hasta dónde llega lo que sabes. Tan importante es esta idea para Charlie que «Mantenerte dentro de tu círculo de competencia bien definido» forma parte de su checklist de principios de inversión. El concepto sirve para alertarte de los peligros de invertir en sectores que desconoces. Cuando inviertes en algo que desconoces, las posibilidades de equivocarte se disparan, y equivocarte es justo lo que quieres evitar al invertir.
El concepto también sirve para dirigir tus esfuerzos a objetivos alcanzables, que no fáciles. Así lo explica Charlie en una de sus charlas:
«Si quieres ser el mejor jugador de tenis del mundo, puede que empieces intentándolo y pronto descubras que es inútil, que los demás te pasan por encima. Sin embargo, si quieres ser el mejor fontanero de Bemidji1, probablemente dos tercios podáis conseguirlo. Requiere de voluntad. Requiere de inteligencia. Pero después de un tiempo, poco a poco sabrías todo sobre el negocio de la fontanería en Bemidji y dominarías el arte. Ese es un objetivo alcanzable, dada la suficiente disciplina. Y personas que nunca podrían ganar un torneo de ajedrez o estar en el centro de la pista en un torneo de tenis respetable pueden llegar bastante alto en la vida desarrollando lentamente un círculo de competencia, que resulta en parte de aquello con lo que nacieron y en parte de lo que desarrollan lentamente a través del trabajo.
Así que algunas ventajas pueden adquirirse. Y el juego de la vida, en cierta medida, para la mayoría de nosotros, es intentar ser algo así como un buen fontanero en Bemidji. Muy pocos de nosotros somos elegidos para ganar los torneos de ajedrez del mundo».
El círculo de competencia sirve para escoger la idea simple que te vas a tomar muy en serio. Saber qué sabes te ayuda a decidir a qué juegos dedicar tu limitado tiempo.
«Tienes que averiguar cuáles son tus propias aptitudes. Si juegas a juegos en los que otras personas tienen las aptitudes y tú no, vas a perder. Y eso es lo más seguro que se puede predecir. Tienes que averiguar dónde tienes ventaja. Y tienes que jugar dentro de tu propio círculo de competencia».
En el aprendizaje, el concepto adquiere otra perspectiva. Tu círculo de competencia como aprendiz está formado por diferentes tipos de conocimiento: el conocimiento sobre ti y tus capacidades, las estrategias de aprendizaje que conoces, tus creencias sobre tus capacidades y sobre el propio proceso de aprendizaje, y los conocimientos relacionados con lo que quieres aprender. Conocerte a ti y a tus capacidades te ayuda a decidir mejor qué aprender. Conocer estrategias de aprendizaje efectivas te permiten aprender mejor. Conocer tus creencias sobre tus capacidades y tu proceso de aprendizaje te permite modificarlas para convertirlas en tus aliadas (ver creencia de autoeficacia). Y al saber qué conocimientos relacionados con lo que quieres aprender tienes, puedes usarlos como raíz de las conexiones necesarias para que el aprendizaje suceda.
Sal de tu círculo de competencia
Aprender es aumentar tu círculo de competencia. La mejor forma (¿la única?) de aumentar tu círculo de competencia es salir de tu círculo de competencia. Busca retos que te lleven al límite en entornos donde equivocarte no te saque del juego.
Aunque asumas riesgos controlados, alejarte demasiado del círculo tiene el peligro de acabar frustrado, intentando aprender algo para lo que no estás preparado todavía. Para esta búsqueda del gris, rescato un fragmento de The Art of Learning:
«Los campos del aprendizaje y el rendimiento son una exploración de lo gris, de lo intermedio. Existe un cuidadoso equilibrio entre esforzarse sin descanso, pero no tanto como para derretirse. (...) Un competidor tiene que estar orientado al proceso, buscando siempre rivales más fuertes para estimular el crecimiento, pero también es importante seguir ganando lo suficiente para mantener la confianza».
El consejo para invertir no sirve para aprender. Hacer lo que todavía no sabes es la forma de aprenderlo. Sal de tu círculo de competencia.
Sergio-.
Este domingo (sólo para miembros) las ideas del libro Lecciones de la historia. La sabiduría de los Durant destilada en un audio de 22 minutos. Y la próxima semana, los primeros encuentros entre miembros de la comunidad. Si no quieres perderte nada, hazte miembro ahora.
Ciudad de Estados Unidos ubicada en Minnesota
Otro gran artículo!
Es curioso porque antes de leerlo, he estado escribiendo sobre algo similar durante mi sesión de journaling mañanero. Algo que está en la línea de la cita de ‘The Art of Learning’ que has compartido:
«buscando siempre rivales más fuertes para estimular el crecimiento, pero también es importante seguir ganando lo suficiente para mantener la confianza»
Esta mañana, diferencié dos voces coexistiendo: una inconformista que no se contenta con mis resultados en los primeros 6 meses del año que sabe que quiere más y que puede más. Y otra satisfecha que es capaz de valorar lo ocurrido y darse una palmadita en la espalda.
Mi conclusión es que necesito a ambas, esa que me mueve fuera de mi ‘círculo de competencia’ y la otra, que es capaz de valorar el camino recorrido porque esa es la que me ayuda a no caer en la frustración.
Gracias por compartir, Sergio. Un abrazo.