Cada semana me siento a escribir para aprender. Esta semana las ideas no llegan y las frases no fluyen. Desconozco sobre que escribiré, pero tengo claro que quiero seguir practicando. Me siento frente a la hoja en blanco para que la idea, si cambia de opinión, me pille preparado. Busco cómo romper el bloqueo entre los libros de mi habitación.
Veo en la estantería el Poor Charlie’s Almanack. Juego seguro y recurro al sentido común de Munger una vez más. Desde su enfoque multidisciplinar, Charlie te empuja a asumir la responsabilidad sobre tu formación. En el siglo XXI y con acceso a Internet, eludir el infinito camino hacia la sabiduría es una elección.
Cuando te acercas a entender cómo funciona el mundo, empiezas a disfrutarlo más. Dicen que si puedes dar solo un motivo, no des dos. Desobedezco el consejo y encuentro otra razón: la calidad de tu vida depende de la calidad de tus decisiones. Aunque muchos más factores fuera de tu control influyen en tus resultados, invirtiendo el tiempo suficiente podrás construir el conocimiento que mejore la calidad de tus decisiones y, con ello, la calidad de tu vida.
La vida son problemas y para resolverlos, a veces es necesario una perspectiva diferente. El modelo mental de la inversión te reta a encarar tus problemas de manera inversa, buscando soluciones en los rincones menos esperados. Munger captura la esencia en una frase: ”Siempre digo que quiero saber dónde moriré para no ir nunca allí”. En lugar de jugar a ganar, juegas a no perder. Ya no buscas ser inteligente, intentas no cometer estupideces. Dejas de perseguir el escurridizo éxito y empiezas a evitar el fracaso.
Leyendo Las Leyes del Serengeti, encuentro paralelismo entre la inversión y el mecanismo de la lógica de la doble negación que regula las células. Una proteína bloquea la síntesis de otra proteína del mismo modo que ciertas acciones nos impiden alcanzar la solución. Dos negaciones equivalen a una afirmación. Bloquear a la proteína que bloquea, desbloquea la síntesis de la proteína que estaba bloqueada. Evitar lo que te impide solucionar el problema, te acerca a la solución. La idea queda capturada en el ejemplo:
“El gran avance se produjo al liberarse de un prejuicio mental. Cuando observamos un fenómeno, nos inclinamos a pensar en la explicación más directa, con los mínimos eslabones en la cadena entre causa y efecto. Al ver un coche desplazándose calle abajo, pensamos que alguien está apretando el acelerador, no soltando el freno”.
Cómo fracasar en la vida
Munger enfoca el problema del éxito enseñándote a tener una vida miserable:
(1) El primer paso para fracasar en la vida es rodearte de personas miserables. El camino más corto para lograrlo es ser una persona en la que no se puede confiar. Cuando tu amistad atraviese un momento difícil, cuando se ponga a prueba, deja claro que solo estás en los buenos momentos. Si puedes echar balones fuera o/y agraviar el problema, tanto mejor. Y si quieres ponerle la guinda, añade faltas de respeto que no vengan a cuento.
(2) Si con el paso anterior no ha sido suficiente, siempre te quedará aprender sólo de tu experiencia. ¿Para qué vas a construir sobre los logros de tus antepasados si puedes empezar de cero? A hombros de gigantes y con los avances de los genios pasados es más difícil fracasar. No escuches a personas más inteligentes que tú. No leas libros que te acerquen a comprender mejor el mundo. No hagas caso a ningún consejo. El mundo cambia y, para tener una vida miserable, debes olvidar todo el conocimiento que te pueda ser útil. Deja de aprender cuanto antes.
(3) ¿Todavía se te resiste el fracaso? Con esta seguro que fallas: no te levantes de los reveses de la vida. Tarde o temprano, la vida te otorgará algún golpe, posiblemente injusto. En cuanto lo recibas, quédate en la lona. La autocompasión es el acompañante de viaje que estabas buscando. Sin importar el problema, no mejorará la situación: ¡justo lo que necesitas! Jamás saques nada constructivo de los momentos difíciles; así te acercarás, firme y decididamente, al fracaso.
(4) Si todavía no has tocado fondo, cuentas con el hack definitivo: la lealtad a las ideas. Huye de la crítica y abraza la ideología. Fórmate una opinión rápida y defiéndela con lo que haga falta. Los argumentos no importan, sólo tu grupo propone ideas con algo de sentido. El infierno son ellos.
Si quieres ir cuesta abajo, suelta el freno.
Sergio-.
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👏🏻👏🏻👏🏻cuando ya estaba riendo, al leer el siguiente párrafo el nivel aumentaba 👏🏻👏🏻👏🏻
¡Enhorabuena! Me ha pillado en un momento reflexivo sobre la amistad y la condición humana👌🏻