Sobre la formación, con Montaigne | Preguntando a los clásicos #3
Qué es lo importante, por dónde empezar a formarse, cómo fue la peculiar educación del escritor de Los Ensayos y 4 principios para diseñar tu propia formación.
Estás leyendo Preguntando a los clásicos, una sección de pago de Aprendizaje Infinito. Vivimos rodeados de contenido creado en las últimas horas que, en su mayoría, dejará de ser relevante en pocos días. Esta sección contiene ideas que han superado la prueba del tiempo.
«Ningún deseo es más natural que el deseo de conocimiento».
— Michel de Montaigne
Montaigne es un pensador difícil de clasificar, de esos que hoy tanto escasean. Bebe de los clásicos y coge cualquier idea útil, sea de los estoicos, de los epicúreos o de los escépticos. Leyéndole encuentro muchas similitudes con dos de mis referentes intelectuales: Nassim Taleb y Daniel Kahneman.
Los Ensayos dan mucho de sí y te anticipo que aparecerán en esta sección más de una vez. En este Preguntando a los clásicos, las ideas de Montaigne sobre la formación: qué es lo importante, por dónde empezar a formarse, cómo fue la peculiar educación del escritor de Los Ensayos y 4 principios para diseñar tu propia formación.
¿Dónde empezar a formarse?
Despierta curiosidad lo novedoso. Pasa por alto lo cotidiano. «Las almas se acostumbran por el hábito de los ojos, y ni se asombran ni indagan las razones de las cosas que ven siempre», escribe Cicerón. Montaigne consciente de ello, invita al lector a prestar atención a lo ordinario. Aparecen constantemente nuevos temas de moda que intentan capturar nuestra atención: inteligencia artificial, computación cuántica, criptomonedas, metaverso… Si dejamos que las tendencias guíen todo nuestro interés, lo importante pasa a un segundo plano.