Hola, soy Sergio San Juan, un aprendiz de por vida.
Bienvenido a mi espacio personal, donde cada viernes seguimos jugando al Aprendizaje Infinito.
Queremos sentir el control sobre nuestra vida, aunque sea mentira. Pensamos que las variaciones son malas y que hay que eliminarlas. No dejamos hueco para sorprendernos. Eliminamos las oportunidades que tiene la vida.
“Si pudiera predecir cómo será mi día, me sentiría un poco muerto.”
A las 6:00 me levanto. Hasta las 8:00 leo. De 8:00 a 13:00 estudio o trabajo, lo que haya planificado la noche de antes. Luego al gimnasio a entrenar …
Los errores son información. Información que eliminamos de la ecuación al no añadir variabilidad en nuestro día. Evitar pequeños errores, hace que los grandes sean más graves. Protegernos con la mejor de las intenciones, nos fragiliza.
El frágil pavo
Antes de la caída, es fácil pensar que el sistema es seguro.
La historia del carnicero y el pavo ilustra una de las principales causas de fragilidad: confundir la ausencia de prueba con la prueba de ausencia. Creer que, porque algo no haya ocurrido, no va a ocurrir. Jugar a pronosticar el futuro con información del pasado.
El carnicero, cada mañana alimenta al pavo. El pavo, piensa que el carnicero es un tipo al que le encantan los pavos. Hasta el día de antes de Acción de Gracias.
El pavo creyó que como todos los días le daban de comer, no se iba a quedar sin comida. Mucho menos se esperaba que el día 1000, el que iba a dar de comer (a costa de su vida) era él.
El pavo es frágil, pero vive en una estabilidad artificial. Taleb lo compara con el sueldo de la vida moderna. Aparente estabilidad, pero dependes de que a tu jefe no se le crucen los cables un día.
Proteger (en exceso) fragiliza
“El mayor riesgo es no asumir riesgos."
Evitar hoy que tu hijo se caiga del columpio, le impide fallar. Le proteges con la mejor de las intenciones, pero creas un ser vulnerable.
Eliminando sus errores, le proteges hoy, a costa de no dejar que aprenda. Mañana, cuando los problemas de la vida adulta le golpeen, no estarás para salvarle y su capacidad de enfrentarse a los errores tampoco. Protegiéndole en exceso, trasladas el riesgo al largo plazo y eliminas la capacidad de tu hijo para lidiar con el error.
En la sociedad pasa algo similar. Pensamos que la comprendemos y por ello, podemos diseñarla. Caemos en la fatal arrogancia del planificador. Simplificamos y reducimos los problemas en nombre de la eficiencia. Negamos la antifragilidad, convirtiéndonos en una sociedad frágil que no se juega la piel.
La Triada: lo frágil, lo robusto y lo antifrágil
Lo contrario de frágil no es robusto, sino antifrágil. Lo frágil, sufre frente al estrés. Lo antifrágil, se beneficia. Lo robusto, simplemente es indiferente.
Hasta el momento, hemos hablado de fragilidad, una característica abundante en un mundo moderno donde caemos en el error del pavo. Ahora nos meteremos con la antifragilidad, la posición que más nos beneficia en este mundo lleno de azar.
Introducción a lo antifrágil
“La ausencia de retos perjudica a los mejores.”
Si el pavo es el símbolo de la fragilidad (o la espada de Damocles para los lectores de Taleb), el de la antifragilidad es la hidra de Lerna.
Hércules, en uno de sus doce trabajos, tiene que acabar con la hidra de Lerna. Se trata de un monstruo acuático con múltiples cabezas. Cuando le cortas una, salen dos. Cuando es sometida a un estrés, se beneficia de él. Cada espadazo de Hércules tenía un impacto positivo en ella. Con la ayuda de su sobrino Yolao y el fuego, consiguió derrotarla.
La idea de la antifragilidad es que someterte a estrés es necesario para mejorar. En cambio, privarte de estresores te lleva a que al mínimo estrés, te rompas. Los retos nos ayudan a mejoran. Su ausencia, perjudica a los mejores.
No pienses de forma lineal. Los sistemas tienden a ser antifrágiles a costa de sus partes. Nuestro cuerpo es antifrágil a costa de sus frágiles células. Los genes de nuestra especie son antifrágiles a costa de nuestra fecha de caducidad como individuo. Existe una tensión entre intereses individuales y colectivos. Para que un sistema no se pudra, sus partes tienen que poder ser reemplazadas.
La antifragilidad es un modelo mental presente en muchos lugares:
Nuestro cuerpo es antifrágil. Someterlo, en dosis horméticas1, a entrenamientos de alta intensidad, ayunos o baños de agua fría (estresores), lo mejoran.
Las revoluciones son antifrágiles. La represión las refuerza.
La relación con una personas puede ser antifrágil. Mayores dificultades con esa persona, mejor relación. Por desgracia, abunda en relaciones tóxicas.
La información es antifrágil. La censura las refuerza. El efecto Streisand: intentar acabar con la información y obtener el resultado contrario.
La reputación antifrágil. Las críticas, bien gestionadas, pueden reforzar tu imagen. El ejemplo mainstream: el Xokas y la polémica de Lebron.
Taleb nos anima a construir una posición antifrágil donde nos beneficiemos del azar de la vida, pero eso lo dejamos para el año que viene.
Hasta entonces, no seamos pavos.
Sergio -.
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Cada viernes, un nuevo turno en el juego del Aprendizaje Infinito.
Hormesis: Existe una dosis que te beneficia (dosis hormética). Sin pasarte (estrés excesivo), ni quedarte corto(estrés insuficiente).