Hola, soy Sergio San Juan, un aprendiz de por vida.
Bienvenido a mi espacio personal, donde cada viernes seguimos jugando al Aprendizaje Infinito.
“Todos los modelos están mal pero algunos son útiles.” George Box
Vivimos en un mundo complejo y nuestra cabeza quiere explicar todo. Buscamos patrones y relaciones causales para entender. Queremos un mundo organizado, categorizado y clasificado en nuestra cabeza. En realidad, tenemos uno complejo, desestructurado e incierto.
No tenemos el hardware suficiente para comprender la realidad en su totalidad. Tenemos que conformamos con simplificaciones. Nuestra cabeza está llena de modelos, los necesitamos para acercarnos a comprender la realidad.
Pero no es oro todo lo que reluce. Los modelos son unos bellacos. Te mienten sin ningún miramiento a la cara. Y pueden llevarte a cometer decisiones desastrosas.
Vamos a destapar tres de sus mentiras más descaradas para evitar caer en ellas.
El mapa no es el territorio
Los modelos te ayudan a entender lo complejo pagando el precio de perder los detalles. Hasta que no entiendes sus limitaciones, no entiendes un modelo.
Aunque se empeñen en hacerte creer que son quienes tienen todas las respuestas a tus preguntas, no las tienen. Te vas a perder detalles. En función de lo que te cueste perdértelos, elegirás modelo.
Si la decisión es reversible y/o el impacto es bajo, el riesgo de aplicar un mal modelo es asequible. Tienes tiempo para cambiarlo y sus consecuencias no serán muy grandes.
Si la decisión es irreversible y/o el impacto es alto, el parecido de tu modelo con la realidad debería ser lo más alto posible. Cada detalle, si tiene relevancia en el resultado, cuenta. El precio de equivocarte es muy alto. Ni puedes cambiar, ni el impacto es bajo.
La clave está en entender que el mapa no es el territorio1. El mapa te permite entender el territorio, pero elimina los detalles. Hacer un mapa preciso, conlleva más recursos que hacer un boceto. Cuanto más importante sea el viaje, más preciso debería ser el mapa.
En la cabeza del pavo es espectacular
Como seres humanos, tenemos una tendencia a repetir lo que funciona. Hacemos lo que nos recompensa y evitamos lo que nos castiga. Acabamos construyendo nuestros modelos sobre lo que ha funcionado.
Si el futuro fuera como el pasado, poca gracia tendría esto. Lo que ha funcionado años atrás, hoy se ha quedado obsoleto. Lo que ayer era una buena decisión, hoy es una nefasta. El contexto y las circunstancias cambian y los modelos deberían bailar al mismo ritmo.
Para explicar esta segunda mentira, la historia del pavo de Taleb2 encaja a las mil maravillas.
Un pavo vive tranquilo en la granja del bueno de Jimmy. Cada día religiosamente, Jimmy le da de comer. En la cabeza del pavo todo es espectacular.
La cabeza del pavo: Este Jimmy, ¡vaya un crack! Todos los días me trae comida, me tiene aquí en su finca al aire libre. ¡Esto si que es vida!
Todo cambia el día de antes de acción de gracias, cuando ser pavo deja de ser buena idea. Jimmy le da de comer por última vez. Cuando llega el medio día, adiós pavo. De comer todos los días a ser comido.
Con la información pasada, el pavo nunca pensó que iba a ser devorado por la familia de Jimmy. Aplicar modelos porque todavía no han fallado, es de ser muy pavo. Lo mismo cuando fallen es demasiado tarde para reaccionar.
Diferentes situaciones, diferentes modelos
Esto que parece una tontería no lo es. Usas un modelo, te sale la jugada bien un par de veces y empiezas a usarlo para todo.
En lugar de buscar modelos que encajen con la realidad, tratas de encajar la realidad en tu modelo. Te conviertes en un martillo en busca de clavos, en lugar de escoger la herramienta necesaria para cada situación.
A la realidad no le importa el modelo que estés usando, va a seguir su curso igual.
A tu modelo si que debería importarle la realidad. Si la realidad cambia, tu modelo debería cambiar con ella. Si el entorno en el que te mueves, cambia, tus modelos también deberían. Elige modelo en función de la situación.
Las tres mentiras
Vamos con un breve repaso de las tres mentiras.
1ª: El mapa es el territorio.
Los modelos tienen límites. No tienen todas las respuestas. En función de la decisión, incluye más o menos detalles en tu mapa.
2ª: Los modelos que funcionan, seguirán funcionando.
El pavo acaba mal. No seas pavo. Incluye nueva información en tus modelos. No te quedes solo con lo que ha funcionado en el pasado.
3ª: Hay un modelo para todo.
No existe un modelo para todo. El modelo debe encajar en la realidad, nunca al revés. Aplica diferentes modelos dependiendo de la situación en la que te encuentres.
Pensamientos en voz alta
Este tema despierta mi curiosidad. Tanto, que voy a tirar de dos hilos en próximas ediciones.
El primero, traer por aquí diferentes modelos para construir mi propia caja de herramientas, y no caer en el error de tener solo un martillo. En palabras de Charlie Munger: crear un conjunto de modelos mentales.
El segundo, seguir profundizando en las consecuencias de aplicar mal los modelos. Ya tengo algunos libros en recámara para ir profundizando en el tema, recomendaciones de Javier Recuenco.
Los modelos te mienten.
Trata de no caer en sus mentiras.
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El viernes que viene más,
Sergio -.
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“El mapa no es el territorio” es una expresión acuñada por Alfred Korzybski. Descubierta en Farnam Street. Archivo original donde aparece.
Esto es una versión adaptada de la historia contada por Taleb en su obra Antifrágil, las cosas que se benefician del desorden. Inspirado a su vez en una metáfora de Bertrand Russell.