«La nueva educación debe enseñar al individuo a clasificar y reclasificar la información, a evaluar su veracidad, a cambiar de categoría cuando sea necesario, a pasar de lo concreto a lo abstracto y viceversa, a mirar los problemas desde una nueva dirección, a enseñarse a sí mismo. El analfabeto del mañana no será el hombre que no sabe leer; será el hombre que no ha aprendido a aprender».
Rescato esta cita para compartir ideas sobre la educación a raíz del libro Future shock. Escribo desde la comodidad del outsider. No conozco en detalle la situación actual aunque he recorrido recientemente la mayoría de etapas. Soy consciente de que está diseñado para la mayoría y que inevitablemente dejará personas fuera. Estoy completamente convencido de que el sistema educativo mantiene funciones para las que existe una alternativa mucho mejor.
La inercia es una fuerza peligrosa. El sistema educativo surgido en la era industrial debe cambiar. No podemos seguir enseñando para un mundo que ya no existe. El hombre industrial se fue para no volver. Pero el maestro, como si fuera el capataz de la fábrica, sigue impartiendo contenidos de pie mientras los estudiantes, como peones obedientes, toman nota sentados.
Lo mejor que tiene el sistema educativo son los profesores, de las pocas personas que pueden cambiar por completo tu vida. Los buenos podrían ganar más en otro lugar pero deciden quedarse en el aula. Desde allí despiertan la curiosidad y las ganas de aprender de sus alumnos. Esa es para mí la labor del educador (y de la educación) con la que Chat GPT no puede competir: contagiar la pasión por el aprendizaje. Porque una persona que desprende pasión al hablar de un tema, contagia su interés; y al contrario, todos hemos acabado aborreciendo alguna asignatura por la voz monótona de un profesor que se limitaba a leer las diapositivas.
No creo en una educación orientada solo a las habilidades. Escribió Platón en La República que el hombre libre no debe aprender ninguna disciplina a la manera del esclavo. Aprender a hacer la renta en clase me parece un desperdicio de ese tiempo privilegiado. Mejor pagar a un asesor o aprender con vídeos de Youtube y dedicar el tiempo de clase a dialogar sobre la fascinante historia de España o el sistema de pensamiento que ideó un filósofo hace miles de años. Estas conversaciones aparentemente inútiles son las que crean, y te permiten crear, una buena vida.
Toffler comparte en su libro algunas habilidades indispensables para el futuro, habilidades que deberían complementar los contenidos en la educación. La primera es aprender. Si aprendes a aprender, tendrás la libertad de elegir de quién, con quién, cómo y qué aprender. La segunda es relacionarse. Somos seres sociales y encontramos sentido en las relaciones con los demás. La tercera es elegir. Necesitamos una escala de valores que nos permita navegar el infinito mar de opciones en un mundo con cada vez más alternativas.
Educar en el futuro no será transmitir información ni enseñar habilidades sueltas, para eso, mejor internet. Educar en el futuro será despertar el interés por aprender. Aprender a relacionarse. Aprender a elegir. Aprender a aprender.
Sergio-.
Creador de esta newsletter y orgulloso autor del libro Aprendizaje infinito.
El miércoles 18 de junio a las 19:00 estaré charlando en directo con Luis Alberto en el canal de Value School. Me hace mucha ilusión ir a un canal del que veía sus vídeos en la carrera. Si no quieres que se te olvide, puedes solicitar un recordatorio aquí.
Sin ganas no hay magia. Ya puedes tener el mejor temario del mundo, que si quien lo explica no conecta contigo... da igual. Cuando hay esa 'chispa', hasta lo más difícil se vuelve interesante.
Siempre agudo, conciso y entendible. Últimamento no haces más que (d)escribir una realidad que me es muy cercana.
(Reenviado a docentes de dos universidades)