Que la vida sea en gran parte suerte no te exime de responsabilidad. Decía Ayn Ran: “Puedes ignorar la realidad, pero no puedes ignorar las consecuencias de ignorar la realidad”. Tus acciones tienen un impacto. Ser responsable de lo que haces es el primer paso para cambiar. Asumes las consecuencias porque no quieres renunciar al poco control que tienes sobre tu vida.
El peso de la mentira llamada libertad
Las noches con los Karamázov me ayudan a entender al complejo ser humano. “Te digo que no existe para el hombre preocupación más atormentada que la de encontrar a quien hacer ofrenda, cuanto antes, del don de libertad con que este desgraciado ser nace”. La reflexión de Iván Karamázov es potente. La libertad tiene un precio y muchos no quieren pagarlo. La libertad es una carga y muchos quieren quitársela de encima.
Si lo piensas, no es cuestión de querer o no querer. Todo el mundo debe tomar sus propias decisiones. Dejar que otros las tomen por ti, es una decisión más. Decida quien decida, las acciones seguirán transformando el mundo. Las consecuencias llegarán y, como anunciaba Ayn Rand, no podrás ignorarlas.
Que seas el responsable de tus acciones no implica que tengas el control total sobre ellas. Puede que la libertad sea una ilusión o una mentira, pero es una mentira útil, una mentira de esas que construye verdad. Creer que puedes cambiar el mundo maximiza tus posibilidades de influir en las cosas. Si sientes que no puedes influir en nada, ¿cuantas acciones llevarás a cabo? Si crees que puedes cambiarlo todo, ¿qué no intentarás?
La responsabilidad no es una doble vara de medir. Identificamos nuestros peores vicios y les ponemos nombre. Sesgo fundamental de atribución: cuando nos salen bien las cosas, cosa nuestra; cuando nos salen mal, mala suerte. Llevarse el aplauso cualquier sabe. Lo difícil es asumir la responsabilidad cuando todo sale mal. Ya sabes que no tenemos ningún problema en inventarnos una historia que resuelva la disonancia. Todos quieren estar en las buenas, nadie en las malas. Todos quieren llevarse el mérito del éxito, nadie asumir el dolor del fracaso. Consciente de las trampas, intento seguir la filosofía del No me apetece:
“Asume la responsabilidad. Nadie va a sentarse cada semana por ti. Tus objetivos no se van a conseguir solos. Eres tú quien tiene que sacar el tiempo para ellos. La disciplina tiene que venir de dentro. No la busques fuera, está en el espejo. Sabes lo que tienes que hacer. Deja de buscar atajos inexistentes y actúa.”
Responsable en soledad
El todo es más que la suma de las partes. Entender la responsabilidad - y (casi) cualquier derivada del complejo ser humano - sin tener en cuenta la interacción social, es no entender. Cuando te sientes parte del grupo la responsabilidad se diluye. En soledad, como empezó esta aventura, es donde recuperarás la responsabilidad. Zaratustra te advierte del peligro: “En la soledad, crece todo lo que uno lleva consigo, incluyendo su bestia interior. Por tanto, es únicamente aconsejable para unos pocos.” De nuevo, el precio a pagar. No hay bueno sin malo. Si lo quieres, tienes que pagar el precio.
2022, una breve reflexión
Me dedico unas líneas a mí mismo para cerrar el año:
El objetivo conmigo mismo va por buen camino. 2 años seguidos escribiendo cada semana. En 2022, de los 52 viernes, 52 ediciones de Aprendizaje Infinito. Y esto no ha hecho más que empezar. Quiero seguir aprendiendo. Quiero pensar mejor y he encontrado en la escritura el medio. No soy bueno (¡todavía!) pero seguiré apostando por la constancia para construir mi criterio. ¡Aún queda un largo camino!
Antes de acabar, cierro dándote las gracias por dedicar tu preciado tiempo a leerme cada semana. Es una gran motivación contar con gente al otro lado. Gracias.
Sergio -.
¿Te ha gustado la edición de esta semana? Puedes darle al corazón, animarte a dejar tus ideas en un comentario o compartir el post con un amigo.
Una delicia siempre leerte y una buena sacudida mental cada semana con tus reflexiones.
Gracias Sergio y mucha fuerza, vas muuuy bien! ✨
Sergio, no salgo de mi asombro con tus artículos, teniendo siempre en cuenta la complejidad del ser humano, con su espejo en la gran literatura. Artículos alejados de la ramplonería y la cursilería. Feliz Año