Cada vez es más complicado dedicar tiempo a cualquier actividad que no tenga un uso práctico e inmediato. Duermes para rendir mejor en el trabajo. Lees para potenciar tu perfil profesional. Entrenas para estar más sano y, ¡otra vez!, rendir mejor en tu trabajo. Creas un side-project para ganar dinero. ¿Dónde queda el espacio para lo inútil?
¿Qué es el agua?
“Había una vez dos peces jóvenes que iban nadando y se encontraron por casualidad con un pez más viejo que nadaba en dirección contraria; el pez más viejo los saludó con la cabeza y les dijo: «Buenos días chicos. ¿Cómo está el agua?». Los dos peces jóvenes siguieron nadando un trecho; por fin uno de ellos miró al otro y le dijo: «¿Qué demonios es el agua?»”. - David Foster Wallace
Foster Wallace explica el significado de este encuentro entre peces: “Las realidades más obvias, ubicuas e importantes son a menudo las que más cuesta ver y las más difíciles de explicar”. Vas nadando y, por pura inercia, te olvidas de lo que te permite vivir. Lo importante, para lo que siempre debe haber tiempo aunque no te apetezca, se pierde en el ajetreo del día a día.
Duermes 8 horas. Lees un libro a la semana. Entrenas la rutina de tu youtuber fitness favorito. Creas un side-project y empiezas a ganar mucho dinero. Tu vida es un excel y dejas de disfrutar lo que haces. ¡Qué digo!, ya no puedes hacer lo que disfrutas. Te autoengañas pensando que lo normal es no tener ni tiempo para pensar. No recuerdas qué es el agua.
¿Para qué lees?
“Les gustan los libros que se consiguen con facilidad, que se leen deprisa, que no exigen un detenido estudio para ser comprendidos”. - Alexis Tocqueville
¿Para qué lees? ¿Para decir cuántos libros has leído? ¿Para subir una foto de tu biblioteca a Instagram? ¿O para subir un hilo a twitter de los 10 mejores libros? Abundan los libros de una idea central rodeada de miles de historias. Lo lees en una tarde y te sientes bien. Has sido productivo. De nuevo, olvidas el agua.
¿Para qué lees? Si lees para disfrutar de la lectura, deja los libros de una idea y pásate a las novelas. Si lees para aprender, enfréntate a libros exigentes, libros que reten lo que sabes. O mejor, lee lo que te de la gana. No dejes que la productividad contamine también tus lecturas.
Contra monetizar tu hobby
Ganar dinero con algo no siempre te beneficia. Incluso desde el egoísmo, puede no merecer la pena. Cuando incluyes el dinero en la ecuación, el propio placer de hacer ese hobby cede terreno frente al incentivo monetario. Lo hacías porque te gusta, para aprender, para superar retos. Ahora lo haces para ganar dinero. Tu pasión, ese hobby que hacías por las tardes, deja de ser tu pasión para ser un trabajo. Vives de lo que te gustaba.
Ni los anuncios de las redes sociales ni los hilos de twitter te cuentan la otra opción. No hay dinero en ella. Ni para ti. Ni para ellos. Yo te la cuento: en esta era donde todos los hobbies se monetizan puedes hacer actividades sin retorno monetario. Únete a la resistencia. Haz cosas inútiles. El tiempo te descubrirá su utilidad.
Sergio -.
P.d: Esta edición ha sido inspirada por el libro La utilidad de lo inútil, este vídeo y esta charla que tuve con Marc Mula en su podcast.
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Gracias por leer Aprendizaje Infinito.
Tiende a sentirse contra-intuitivo porque nos viven diciendo que "Tenemos que hacer siempre lo que nos gusta", eso no es verdad, a veces hay que hacer cosas que no nos gustan y además, eso no quiere decir que tenemos que hacer dinero de todo lo que nos gusta. Por eso no me agrada la frase: "Haz lo que amas y no tendrás que trabajar un solo día". Primero trabajar no es algo malo, y segundo: hay cosas sagradas que se pueden financiar con un trabajo que no te importa, para ejecutarlo con libertad, al menos sin presión financiera.
Buena reflexión Sergio
¿Nos escribes por hobby o para aumentar tu cv? ¿acaso es incompatible?
El trabajo realiza y tendemos a focalizarnos en aquello que nos gusta en la parte laboral y personal de nuestra vida.
Acabo de pasar un racha un poco reveladora, me cansé de estar siempre ahí y exigirme más y más porque ya no soy así y no quiero ni personas ni actividades que se acostumbren a una Paula que se ha desvanecido.
Pero esa revelación total, solo me trajo consecuencias negativas, pensaba que ya no quería hacer lo que se supone que debo hacer pero es que son las cosas que elegí porque sin ellas, mi vida carece de sentido.
En conclusión, tu trabajo lo eliges porque te gusta, ya sea por motivos emotivos, prácticos o económicos pero te llena y es maravilloso que te formes e inviertas tu tiempo en él.
Puede que te estes cansando porque ya no eres lo que eras y lo que antes era ambición a pasado a conformismo feliz, entonces, deja de hacerlo pero sin perderte a ti mismo en el camino.