Importantísimo el tema que nos traes, Sergio. Cuando hablabas de "el capaz que se cree incompetente" me viene a la cabeza el famoso fenómeno (síndrome) del impostor y su estilo de atribución 'desadaptativo'. Ese que no le ayuda, como bien dices, a atribuir sus éxitos a sus propias capacidades y que, por tanto, lo que aumenta es su sufrimiento y no, como debiera, su autoeficacia. ¡Gracias por compartir!
Tener una autoeficacia por debajo de las capacidades está muy relacionado con el síndrome del impostor. Gracias por el comentario, Sara. Me alegra leer que te ha gustado.
¿Donde entra la humildad aquí? Yo creo que lo mejor es tener la curiosidad de explorar nuestros limites, determinar donde terminan, y tener la humildad de pedir ayuda o aprender como extenderlos. Si nuestra autoeficacia es mayor que nuestras capacidades, al momento de fallar ¿no sería eso una desilusión que nos pueda llegar a frenar?
Hay que encontrar ese equilibrio, de ahí el que el óptimo parezca ser un poco por encima a las capacidades reales. Si te pasas demasiado con lo que crees que puedes, como dices, puede acabar en desilusión.
Importantísimo el tema que nos traes, Sergio. Cuando hablabas de "el capaz que se cree incompetente" me viene a la cabeza el famoso fenómeno (síndrome) del impostor y su estilo de atribución 'desadaptativo'. Ese que no le ayuda, como bien dices, a atribuir sus éxitos a sus propias capacidades y que, por tanto, lo que aumenta es su sufrimiento y no, como debiera, su autoeficacia. ¡Gracias por compartir!
Tener una autoeficacia por debajo de las capacidades está muy relacionado con el síndrome del impostor. Gracias por el comentario, Sara. Me alegra leer que te ha gustado.
¿Donde entra la humildad aquí? Yo creo que lo mejor es tener la curiosidad de explorar nuestros limites, determinar donde terminan, y tener la humildad de pedir ayuda o aprender como extenderlos. Si nuestra autoeficacia es mayor que nuestras capacidades, al momento de fallar ¿no sería eso una desilusión que nos pueda llegar a frenar?
Hay que encontrar ese equilibrio, de ahí el que el óptimo parezca ser un poco por encima a las capacidades reales. Si te pasas demasiado con lo que crees que puedes, como dices, puede acabar en desilusión.
Sergio, me encanto este texto como siempre, gracias.
Muchas gracias, Gabriela