El apalancamiento es un modelo mental que te ayuda a entender mejor la época en la que vivimos. El esfuerzo, en función de donde se aplique, genera un impacto diferente. No obtiene mejores resultados quién le mete más horas, los obtiene quién se esfuerza en el lugar correcto. Con los puntos de apoyo adecuados, la fuerza se multiplica.
Cómo ser rico: palancas y buen juicio
El concepto, aplicado al mundo profesional, lo popularizó Naval Ravikant con su How to Get Rich (without getting lucky). Junto a la responsabilidad y el conocimiento específico, el apalancamiento forma parte de la triada para conseguir riqueza.
El filósofo-ángel clasifica las palancas en 4 tipos: capital, personas, código y medios. Los dos últimos, sin requerir permiso, los más interesantes. Sin importar tu situación puedes lanzarte a crear tu propio proyecto. Los medios están distribuidos. Un streamer español mueve más audiencia que un canal de televisión. Un joven productor argentino revoluciona la música desde su casa. Dos jóvenes estudiantes crearon un motor de búsqueda que a día de hoy es una de las empresas más valiosas del mundo.
El juicio, saber tomar buenas decisiones basándote en el impacto de tus acciones a largo plazo, marca la diferencia. La suerte, también. Solo ves a los ganadores y unos pocos son los que se llevan gran parte del pastel. Sesgo de supervivencia y efecto Mateo. No es oro todo lo que reluce. Las palancas son un altavoz que brinda oportunidades pero también potencia la desigualdad.
La palanca definitiva: cambiar de paradigma
A nivel profesional es interesante construir palancas. A nivel personal, conocer las palancas te da poder para influir en lo que te rodea. Donella Meadows, buscando dónde actuar para cambiar un sistema, te advierte del peligro. Lo fácil es acabar actuando sobre lo superficial. Tu apalancamiento aquí es limitado. Tu energía puede invertirse en mejores sitios.
"Probablemente el 90%, no el 95%, no el 99% de nuestra atención se dirige a los parámetros, pero no hay mucho apalancamiento en ellos. No es que los parámetros no sean importantes: pueden serlo, sobre todo a corto plazo y para el individuo que se encuentra directamente en el flujo. A la gente le importan mucho los parámetros y libran duras batallas por ellos. Pero RARA VEZ CAMBIAN EL COMPORTAMIENTO".
El paradigma es el culmen de las palancas. Más importante incluso que los incentivos, las metas y el poder de estructurar el sistema. Pero no son tan fáciles de cambiar como lo superficial. El cambio profundo implica un cambio de paradigma. Si quieres cambiar algo, lo más efectivo (¡que no lo más fácil!) es cambiar el paradigma.
“Los paradigmas son las fuentes de los sistemas. De ellos, de los acuerdos sociales compartidos sobre la naturaleza de la realidad, proceden los objetivos del sistema y los flujos de información, las retroalimentaciones, las existencias, los flujos y todo lo demás sobre los sistemas”.
Sergio -.
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